¿Qué grita la rabia? ¿Para qué sirve como emoción? ¿Cómo se manifiesta?
Esta es una cuestión que nos daría para hablar mucho, pues como emoción básica que es tiene un papel muy importante en nuestra vida y está presente (consciente e inconscientemente) en muchos de sus acontecimientos:
La muerte de un ser querido, un engaño amoroso, el trabajo, la tarea de educar a los niños, la no consecución de un objetivo, etc.
A veces es expresada con lágrimas, otras con enfado y otras con venganza. Tiene muchas vías de salida, aunque no siempre como la imaginamos. Como muchas veces no es permitida porque no tiene muy buena ´fama´ lo que sucede es que salen otras emociones a sustituirla, con la intención de ver si hacen su función.
Cuando no se es consciente de ella se puede expresar con enfermedades, el cuerpo encuentra la manera de hacernos saber que hay algo que pasa. Una espalda contracturada o tensión en la mandíbula pueden ser algunos ejemplos de una rabia no consciente. Seguro que hemos oído la conocida expresión de: ´El cuerpo grita lo que la boca calla´.
En cada persona se manifiesta de una manera, aunque facialmente cuando uno la expresa es fácil reconocerla por el entrecejo fruncido, la boca apretada, etc. esto no sigue el mismo patrón cuando esta emoción no se incluye, por decirlo de alguna manera, dentro de las «emociones permitidas». (Puedes ampliar información sobre esto aquí).
También la podemos llamar de muchas maneras, algunos prefieren llamarla ira, otros enfado, enojo, furia… ello dependerá de cómo se viva, de cuan intensamente se sienta o el tiempo que permanezca.
La cuestión es… ¿de qué nos informa? ¿qué hacemos con ella?
De alguna manera la rabia nos informa que alguien o algo ha invadido nuestro espacio, ha vulnerado nuestros límites o ha dañado algo que estimamos. También cuando se ha cometido alguna injusticia o valoramos algo como injusto como por ejemplo suspender unas oposiciones después de mucho tiempo de esfuerzo y dedicación. En este caso, aparece la frustración, que tiene que ver con las expectativas o ideales que uno esperaba que ocurriesen.
Muchas veces la rabia se transfiere de una persona a otra, es muy típica la expresión ´lo pagan justos por pecadores´ y así uno se descarga en el afán de liberar tensiones pero no con la persona-situación originaria, haciendo que no se concluya más que a corto plazo.
Su función por tanto es defensiva, otra cuestión es lo que la sustenta, es decir, si es adecuada o desproporcionada a aquello hacia lo que va dirigida.
A menudo cuando éramos niños nos enseñaron que no había que enfadarse, que el enfado no arreglaba nada y cosas por el estilo. Aprendimos a ver el enfado como un elemento innecesario o cuando los padres se enfadaban es que algo habíamos hecho mal (pensamiento mágico).
Cuando crecemos seguimos arrastrando algunas creencias que aprendimos sobre la rabia como también la manera de gestionarla.
¿Qué piensas tú de la rabia? Me encantaría leer tus opiniones,
Feliz viernes!
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