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La autodisciplina, ¿cómo conseguirla?

Antes que nada… ¿qué te sugiere la palabra autodisciplina? Te invito a empezar este artículo de una manera diferente, escribiendo en un papel palabras que vengan automáticamente a la mente sin descartar ninguna opción. Puedes también apuntar las frases ´Autodisciplina para mi es…´, ´Las personas con autodisciplina hacen….´, y completarlas con ejemplos.

Por ejemplo… ´Autodisciplina para mí es salir todos los días a correr durante ´X´ minutos´… o ´Las personas con autodisciplina no pueden disminuir su actividad´…

Tómate un tiempo antes de seguir leyendo para hacerlo… esto te puede ayudar a tomar conciencia de una manera más clara de tus creencias y de cómo estas fomentan el desarrollo de ella o lo frenan.

La autodisciplina puede ser entendida como la asiduidad en una práctica dirigida a lograr un hábito o rutina consolidada. Cuando digo asiduidad no me refiero a algo estático o constante sino a un esfuerzo dirigido a obtener esta constancia, a que esto sea algo automático e integrado. La autodisciplina resulta necesaria para cualquier cosa que queramos alcanzar en la vida; es el primer paso para recorrer cualquier camino.

Ramiro Calle habla de la disciplina como un método y como algo elegido con libertad. Nadie puede ser disciplinado por otro, pues cuando es impuesta desde fuera adopta más una forma de obediencia que de método. Por otra parte requiere un esfuerzo equilibrado, una energía medida que permita a una persona avanzar en la consecución del hábito sin que sobrepase sus recursos y a la vez con dirección.

A lo largo de mi vida me he encontrado con muchas personas, me incluyo yo misma, entusiasmadas y apasionadas con un proyecto que luego se ha quedado en una idea sin materializar, sin realizar. Esto lejos de motivar, es motivo de frustración y hace que uno dude de su capacidad de autoeficacia.

Si te das cuenta muchas de las metas donde pusiste mucha energía se quedan a medio gas, no por falta de disciplina o esfuerzo sino porque te excediste y agotaste sin ser realista con tus límites.

En la disciplina hay compromiso y método, que no rigidez. Hay un plan a seguir y una actitud de humildad con lo que se emprende. Compromiso para revisar con honestidad el esfuerzo que uno está haciendo y cómo lo va haciendo.

Os dejo estas reflexiones esperando que fomenten una mirada hacia cómo de consecuentes somos con trabajar es pos de aquello que deseamos.

Aprovecho para informaros que a partir de la próxima semana escribiré en este blog con una frecuencia quincenal, si eres un lector asiduo habrás observado que cada semana acudo a esta cita, sin embargo estas dos últimas dos semanas no pudo ser. Agradezco tu confianza y tu fidelidad y… nos vemos en dos semanas!

Que tengas un gran día!

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