¿Quién no ha sentido frustración alguna vez? ¿Qué solemos hacer cuando nos sentimos frustrados? ¿Es posible escapar de la frustración?
El tema de la frustración es muy común, ya sea en niños o en adultos. Detrás de la frustración se esconden necesidades, expectativas y deseos no cumplidos. En el lenguaje popular se etiqueta mucho con esta palabra, algunas veces de forma equivocada; recordemos que el lenguaje tiene mucho poder en crear estados emocionales, tanto generativos como limitantes. Aquí puedes ampliar información sobre ello.
Comúnmente la definición más simple de frustración es: un estado interno que surge como consecuencia de la no satisfacción de un un deseo, un impulso o una necesidad.
Puede ir acompañada de decepción, rabia y algunos elementos más, depende de la persona y de su vivencia.
La cuestión sobre la frustración no tiene que ver solamente con no conseguir algo, sino con no conseguirlo en el momento y de la manera en la que uno espera o quiere conseguirlo. Ésta me parece una cuestión especialmente interesante como para que nos detengamos y analicemos que hay detrás.
Frustrarse es una respuesta bastante habitual ante la no satisfacción de una necesidad importante para uno. Ahora bien, a veces la frustración aparece pudiendo haberse evitado. ¿De qué manera le ponemos a nuestras necesidades una manera de ser satisfechas?
¿Cuántos proyectos se abandonan antes de tiempo por no ver los resultados ´esperados´? ¿Cuántas parejas se rompen por pensar que no tienen futuro o que el otro no da lo que uno necesita? ¿Cuántos niños acaban por renunciar en algún deporte, en alguna actividad artística,… por pensar que no pueden conseguir algo y frustrarse? (Muchas veces esta frustración en los niños aparece porque se comparan con otros, puedes ampliar información aquí).
La frustración se va a dar en la medida en que nosotros valoremos las cosas como injustas, inmerecidas y / o nos empeñemos en que sean de una manera y a un tiempo determinado; pero no podemos dejar de lado que la vida es la vida, y unas veces se gana y otras se pierde.
No obstante según vayamos entendiendo que también en el hecho de perder uno acaba ganando podremos rescatar la paciencia para encarar la frustración y convertirla en aprendizaje.
Feliz viernes!