¿Qué lleva a la infidelidad en la pareja? ¿Es posible restablecer el vínculo después de una infidelidad? ¿Qué pasa con la persona que sufre la infidelidad de su pareja?
De todas las cosas posibles que pueden ocurrir en la pareja esta es, posiblemente, la más difícil de sostener. Hay muchos tipos de infidelidades y factores que conducen a ella. Hay infidelidades puntuales y otras recurrentes, hay infidelidades que se descubren y otras que se mantienen ocultas, infidelidades que tienen que ver con la etapa en la que se encuentra la relación, otras que tienen que ver con el miedo al compromiso, otras con la búsqueda externa en una tercera persona, etc.
Ante una infidelidad la vivencia es realmente dolorosa y hasta humillante, pues la traición y el engaño son experiencias que rompen hasta el corazón más entero.
Quedarse en la pareja o marcharse depende de muchas cosas, a veces la persona que ha cometido la infidelidad es la que pone fin, otras la persona que la sufre. Así ocurre en muchos casos, uno de los dos pone fin y esto es lo mejor, ya que la relación había terminado anteriormente en algún sentido.
Otras veces la infidelidad es una oportunidad para afianzar la relación en la medida en que hay una unión y amor presente y la infidelidad en si no ha sido más que una aventura transitoria, a veces incluso simplemente una especie de flirteo o coqueteo.
Tanto si se restablece el vínculo como si no la persona que sufre la infidelidad no se queda indiferente. Por qué ha pasado, cómo ha llegado hasta ahí, de qué manera ha sucedido, dónde… ¿qué he hecho mal? ¿qué no le he dado? ¿cómo debería de actuar ahora? Todos estos pensamientos rondan por su cabeza, si además la pareja tiene hijos va a haber encuentros con el otro y es posible que aparezcan miedos, resistencias y otras dificultades que tarde o temprano habrá de enfrentar.
Después de la infidelidad la persona se queda con muchas emociones no resueltas, desazón y dudas sobre ella, su pareja y que hacer al respecto. La imagen de sí misma, su identidad, sus anhelos, sus proyectos…todo ello pierde sentido ya que es frecuente que atribuya la causa de la infidelidad a que le ha fallado al otro en algo, a no ser suficiente para el otro, etc.
Es frecuente poner el foco en uno y pensar que si la otra persona ha buscado algo fuera es porque él/ella no se lo ha dado ya que nos han educado en el pensamiento mágico de que somos responsables de la felicidad de los demás, cuestión que hay que poner en tela de juicio.
Si bien, la traición y en muchos casos la ruptura que comporta son un trance amargo, las ganas de vivir y el crecimiento personal después de hacer el tránsito resultan una experiencia realmente satisfactoria y liberadora. El encontrarse con uno mismo y redescubrirse después de haber entrado en un vacío sin rumbo dan sentido a la intensidad del dolor vivido. Como dice Leon Bloy: “ Hay sitios en el corazón que no existen todavía; es preciso el dolor para crearlos”.
Feliz viernes!
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