Ser uno mismo

En este año recién estrenado muchos empezamos llenos de buenos propósitos y objetivos…  una nueva etapa, ciclo o inicio para algunos…una continuación para otros…un final de algo para muchos.

Son tiempos en que nos proponemos adquirir o abandonar hábitos, cambiar maneras de ser, etc. Casi todos los propósitos están orientados a conseguir algo nuevo, a incorporar cosas diferentes, a construir…sin embargo considero que uno de los objetivos más importantes y satisfactorios que una persona se puede proponer es “Ser uno mismo”.

Parece algo tan simple y tan obvio que mucha gente no lo contempla. No obstante nos sorprenderíamos si contáramos las veces en que olvidamos ser nosotros mismos. Creo más en el desarrollo de nuestro ser, de lo que realmente somos que en el desarrollo de nuestra imagen, de lo que queremos proyectar. Puedes ampliar información aquí.

En el fondo las personas que más huella dejan en el mundo son aquellas personas auténticas, genuinas, espontáneas. Aquellas personas sinceras consigo mismas y con los demás. Aquellas personas que son diferentes y no dicen o hacen para agradar a los demás o conseguir algo. Aquellas que dicen sí cuando quieren decir sí y dicen no cuando quieren decir no.

Tenemos que olvidar lo que queremos ser para poder ser lo que realmente somos. Puede parecer extraño y confuso, pero así es. Como las serpientes necesitamos desprendernos de las capas que hemos ido poniéndonos, de esta manera podemos ser más nosotros mismos. Es necesario concederse algunos permisos que olvidamos.

Una creencia muy extendida es que las personas tenemos que cambiar para ser mejores. El verdadero cambio, sin embargo consiste en ser, sencillamente. Como decía Buda, no hay que buscar la iluminación, ya somos seres iluminados.