¿Qué es eso de las hipotecas afectivas?
Con «hipotecas afectivas» me refiero a una manera de vincularse que incluye la deuda y la obligación principalmente.
Las hipotecas afectivas son fenómenos que tienen lugar en las relaciones en las que existen vínculos afectivos; ya sea entre amigos, pareja, compañeros de trabajo, familiares, etc. En menor medida lo podemos encontrar en relaciones casuales y con gente que conocemos por primera vez, depende de varios factores.
Es curioso además, como la palabra hipoteca procede del griego hypo-teka, hypo (debajo) y teka (cajón, caja) y era para los griegos algo que estaba oculto, algo que permanecía escondido debajo del cajón, puesto que no existen signos externos de su existencia.
Existen muchos tipos de hipotecas afectivas, algunas se contraen por momentos, otras para toda la vida. Algunas tienen que ver con la dificultad de dar y/o recibir, otras con cómo debemos actuar. A veces el agradecimiento mal gestionado puede hipotecarse. También el creerse no merecedor de lo que recibimos o el simple hecho de entablar una relación. Algunas personas tienen miedo al compromiso porque vivir en relación es para ellas estar en deuda permanente.
Los lazos que atan estas relaciones son poco visibles a primera vista y generan un desgaste de energía vital importante, siendo la culpa muchas veces la que impide que se rompan. Cuando se tensan se rompen partes de uno mismo que ocasionan sufrimiento.
Hipotecarse afectivamente implica muchas veces renunciar a determinadas necesidades propias que se espera que cubran los demás. Desde ahí se establecen relaciones dependientes e insanas que obstaculizan el crecimiento personal.
A lo largo de mi andadura profesional he tenido la oportunidad de trabajar con bastantes parejas y personas que se vinculan desde la deuda. El crecimiento que se produce cuando se vinculan desde la elección es realmente satisfactorio.
Desde la libertad se recibe y se da mucho mejor. ¿Cómo sería no necesitar a las personas y elegirlas? Cómo dice Walter Riso: “No te necesito, te prefiero. La posibilidad de elegir en el amor y seguir siendo los dueños de nosotros mismos”.