¿Vacaciones para uno? ¿Vacaciones en pareja? ¿Con amigos?
¿Qué necesitamos en vacaciones? ¿Cómo organizarlas para que hagan su función?
Es posible, si durante el año has tenido poco tiempo para ti y para hacer eso que tanto te gusta que busques tiempo para estar contigo, realizar actividades más solo que acompañado o que prefieras destinos tranquilos y alejados de las aglomeraciones de gente. Es posible que no sea el caso, que busques unas vacaciones en familia, con amigos y en destinos donde hay más movimiento de gente.
Puede que te sea indiferente, que ni el destino ni el hecho de ir solo o con gente sean cuestiones importantes, sino que lo que buscas es poder tener tus espacios y seguir tus ritmos una vez estés en el lugar y con las personas que te acompañen.
A veces, las parejas coinciden con la idea de vacaciones, pero otras veces no. Y es que, las vacaciones no dejan de ser un tema al que cada uno le da un significado diferente, donde a unos les van bien unas cosas, y a otros, otras.
Esta falta de consenso sobre como emplear el tiempo en vacaciones es, muchas veces, uno de los motivos que disparan más conflictos entre las parejas y crean más diferencias. Después de un año de trabajo, de relojes y de obligaciones cada uno necesita hacer un paréntesis y retirarse.
En las parejas, una vez superada la elección del destino viene la ´tarea´ de gestionar los espacios comunes y las necesidades de cada uno, lo que viene siendo convivir en pareja y armonizar esta convivencia. La diferencia consiste en que durante el resto del año los conflictos que hayan podido surgir en la convivencia quedan enmascarados por otros asuntos que emergen y los mantienen ocultos, mientras que en las vacaciones es fácil que surjan.
En vacaciones se comparte más tiempo y, a veces, menos paciencia. En las estadísticas sobre separaciones queda reflejado que muchas parejas se separan en esta época del año, precisamente cuando emergen asuntos que ya estaban ahí desde antes, con la diferencia que eran inconscientes o se les quitaba importancia. (Aquí puedes ampliar información sobre los asuntos inconclusos en la pareja).
Otras veces, fieles a las creencias sobre cómo deben ser las vacaciones, se gestionan en contra de las necesidades personales o las necesidades de la relación. ¿Qué motiva a ir de vacaciones en pareja? ¿Qué motiva a ir sólo? ¿Hay que ir de viaje para desconectar? ¿Es posible desconectar sin haberse ido a un lugar distinto?
Las vacaciones son un buen momento para restablecer el equilibrio que uno necesita. En función del trabajo desempeñado durante el año y las exigencias del mismo la persona va a presentar unas necesidades u otras.
Como gestionar las vacaciones para restablecer este equilibrio y empezar agosto/septiembre o el mes en el que se incorpore es un asunto vital.
Ser coherentes con lo que se necesita y con lo que se elige. Buscar maneras en las que cubrir las necesidades de la relación sin renunciar a las propias y desde ahí disfrutar de uno mismo y del otro. ¿Son posibles unas vacaciones compartidas que cubran las necesidades de ambos o es preciso renunciar en favor de la relación?
Os dejo con estas reflexiones del inicio de mis vacaciones. ¡Nos vemos en septiembre!