La vida es aprendizaje, a cada momento, a cada acto.
Es una continua invitación a mirar con los ojos abiertos y conocerse a través de la experiencia.
Cualquier cosa que no sale como esperas es aprendizaje.
Cualquier cosas que te saca de tus ´casillas´ es aprendizaje.
Cualquier cosa que te impulsa a seguir tu camino… eso… eso también es aprendizaje.
Estamos demasiado habituados/acostumbrados a que cuando algo no sale como queríamos “aprendemos y a la próxima esto no volverá a ocurrir”. Esto no es aprendizaje. Pensar que vamos a poder controlar que haya cosas que no sucedan o no se repitan en nuestras vidas no es un aprendizaje sino un deseo de seguir buscando la forma de satisfacer a ese niño que llevamos dentro que quiere construir el mundo a su imagen y semejanza.
El aprendizaje es renuncia sobretodo. ¿Qué quiero decir con renuncia? ¿A qué hay que renunciar si es que hay que renunciar a algo?
Aprendemos cuando soltamos. Cuando soltamos las ideas, las personas y las metas. Cuando lo que más sentido adquiere en nuestras vidas es caminar y vivir éste camino en lugar de llegar a un destino, aquí hablaba sobre esto.
Todo aprendizaje empieza con situaciones de soltar; ya sea un pensamiento estático e incuestionable, ya sea una actitud que repetimos a modo de credo o la ilusión de controlar lo incontrolable.
El mayor error de las personas es tomar la frase “Me equivoqué” como una certeza donde uno emprendió un camino errado. No hay ninguna equivocación en ello. No hay error en hacer algo que no te complazca o con lo que no estés satisfecho cuando lo miras como un aprendizaje que te habla, como un maestro que te instruye, como la experiencia necesaria.
Aunque para nuestro ego tomar un camino con el que no se está satisfecho pueda ser una equivocación en realidad es una magnífica posibilidad de descubrimiento.
Particularmente he recorrido muchos caminos que no me llevaban a ninguna parte con la insatisfacción que ello conlleva, hasta el punto de darme cuenta que no podía ser de otra manera, hasta el punto de sentir la perfección en lo que ocurre tal y como me ocurre, me disguste más o menos.
Si queremos aprender es necesario tener un actitud abierta donde dejemos atrás el juicio y empecemos a considerar que en la vida podemos optar por ver todo como un acierto o todo como un error. Si elegimos la primera opción tenemos muchas posibilidades de hacer algo grande de nuestro paso por la vida.
Nos vemos en quince días, felices vacaciones…!