¿Qué es el apego? ¿Para qué sirve? ¿En qué relaciones está presente?
El apego es un vínculo de naturaleza social que se establece entre personas a través del sistema de cuidado.
Se caracteriza por ser una vinculación afectiva intensa, duradera y de carácter singular que se desarrolla y se consolida entre dos personas, mediante una interacción recíproca.
No nacemos aferrados o con apego a nada ni a nadie sino que vamos desarrollando dicho vínculo de apego a lo largo del proceso evolutivo porque así lo necesitamos y lo fomentamos a través de conductas innatas. Somos seres gregarios y como tales necesitamos del grupo para desarrollarnos y crecer. Tenemos unas necesidades que cubrir y mediante el vínculo de apego nos encargamos de satisfacerlas.
Las primeras relaciones de apego nacen dentro del sistema familiar, a través de la relación con los padres. Los padres son las primeras figuras con las que nos vinculamos y a través de las cuáles nos sentimos cuidados, protegidos, seguros, etc.
En función de cómo haya sido esta relación con ellos vamos a desarrollar una forma de vincularnos después en el mundo adulto, principalmente con la pareja ya que ésta constituye la relación con un grado de intimidad/cercanía más similar a la de los padres. A partir de ahí se van a establecer lo que llamamos estilos afectivos en la pareja, puedes ampliar información aquí.
Existen diferentes estilos o tipos de apego. Del tipo de apego dependerá la calidad de la relación: la satisfacción emocional, la estabilidad en la pareja, la calidad y la cantidad de interacciones interpersonales, las ideas positivas o negativas sobre el amor y en general una serie de aspectos que influirán en que el vínculo se mantenga o se rompa.
Pero… ¿qué función tiene el vínculo de apego en la vida emocional de una persona?
La mayoría de las emociones intensas surgen entorno a la formación, mantenimiento o pérdida del vínculo. El vínculo promueve la búsqueda y el mantenimiento de la proximidad del otro, con la finalidad de obtener el cuidado y la protección necesaria para conseguir una sensación de seguridad y bienestar, tanto física como psicológica.
De esta manera es importante trabajar en nuestras relaciones con el otro y en nuestra manera de vincularnos; es importante conocer de qué manera nos regulamos en el contacto con el otro. Es importante trabajar en el dar y el recibir, solo así podremos construir relaciones que sumen.
Feliz viernes!