Los orientales hablan de la importancia de no aferrarse a las cosas, a los pensamientos, a los sentimientos…hablan de la libertad y de la renuncia. Hablan de la no posesión, del fluir, de dejar que la vida nos guíe, de dejar de esperar esto o aquello, de asentir a lo que es.
Pero… ¿cómo desapegarse de los anhelos, aspiraciones, deseos y motivaciones vitales? ¿Cómo desapegarse sin romper con ellos? Quiero ilustrarlo compartiendo una vivencia, me tomo el permiso de que así sea.
“Echo la vista atrás…y veo ilusión, esfuerzo y también no saber qué escribir, cómo hacer, que explicar en este blog… Quiero llegar a las personas y transmitir mis conocimientos, que los demás encuentren un espacio dónde puedan aprender y crecer. A veces me pregunto… ¿Para qué escribo? Me resulta desconcertante pensar qué temas pueden interesar y que temas no… ¿Cómo transmitirlos? ¿De qué manera le llegarán al otro? ¿Le gustarán, le estimularán….o, por el contrario, le aburrirán?”
En mis inicios algunas personas me dijeron, ¿y si no lo lee nadie? De alguna manera era posible, podía suceder. Esta idea era difícil de sostener para mí… con todo lo que suponía… ¡¿cómo no lo iba a leer nadie?! No entraba en mis previsiones. Y así empecé.
Recuerdo que llegó el momento de la renuncia, a mí me gustaba escribir y disfrutaba, “qué más da si son pocos o muchos los que lo leen”, me dije. Empecé a dejar de esperar, a asentir a lo que era y las cosas se fueron sucediendo, este blog empezó a convertirse en lo que es hoy:
Un espacio lleno de vida, dónde gente de muchos lugares entra y sale, viene y va, escucha y habla. Personas que comentan y me cuentan sus experiencias, a veces en comentarios públicos, la mayoría en privado. Personas que semana a semana leen el blog desde el primer artículo que escribí hace un año, de las cuáles aprendo y me inspiro. Personas que dejan su huella. Sin ellas esto no habría sido posible, tampoco sin el desapego pertinente.
Hoy 21 de Noviembre de 2014 hace un año que este blog empezó a funcionar de forma “oficial” -por así decirlo-, y en el que tomo conciencia de la importancia de dejar de esperar y construir en el ahora.
Hoy, sólo me cabe agradecer a las personas la confianza que han depositado en mí y que siguen depositando, el aliento que supone para mí escuchar que aprenden y se enriquecen; el valor y la admiración que me despierta su crecimiento. A mis lectores, compañeros de formación y personas que acuden a terapia: ¡¡¡GRACIAS POR HACERLO POSIBLE!!!
Enhorabuena Irene!! No dejes nunca de escribir, es un placer leerte y además no sólo queda ahí. gracias a ti!!!
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El primer aniversario!!!
Felicidades!!!
¡Sigue construyendo!
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Que suerte tenemos de que personas como tú dedican su tiempo ayudando a crecer a otras personas. Enhorabuena Irene!!! La constancia da sus frutas y personas sabiad como tu pueden hacer que la conciencia de mucha gente despierte. Gracias por tu blog.
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