Las personas nos movemos en dos realidades: una exterior y otra interior. La realidad exterior se define por las situaciones, circunstancias, gente que nos rodea, acontecimientos del entorno, etc. La realidad interior se conforma de las emociones, sentimientos, estados internos y tendencias psíquicas. Ambas realidades son necesarias para un equilibrio mental adecuado.
Hay personas que por su carácter están más orientadas hacia el exterior y personas más orientadas hacia el interior. Resulta obvio cuando vemos personas que pasan mucho tiempo haciendo actividades sociales, participando de eventos culturales y cuando vemos personas que en mayor medida ocupan su tiempo en actividades para sí mismas.
El conflicto tiene lugar cuando nos quedamos más en una realidad que en otra, cuando permanecemos más tiempo en un lugar que deja de aportarnos lo que necesitamos en ese momento. Personas que necesitando orientarse al exterior se quedan en el interior, y viceversa.
Existe un tiempo para todo, un tiempo para contactar con los demás y un tiempo para retirarse de los demás. Cuando una persona está muy cansada al final del día necesita conciliar el sueño para volver a trabajar la mañana siguiente, esto es bastante evidente, ¿verdad? Incluso hay quién se permite tomar una pausa después de la comida…
Parece que con las necesidades fisiológicas está claro…qué pasa con las necesidades psicológicas?
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