La pareja: Crecer con los conflictos

Hemos sido educados en la cultura de que la similitud une y las diferencias separan.   Lo  podemos observar cuando una pareja se rompe o discute continuamente… es frecuente escuchar cosas del estilo «somos muy diferentes», «tenemos  pocas cosas en común», «tenemos formas de pensar totalmente contrarias…», etc.

¿Qué lleva a qué en la pareja se produzcan conflictos ante las diferencias?

Las diferencias por sí mismas no producen conflictos, el significado que les damos y la manera en que las manejamos sí.

Aunque influyen muchos factores en la creación de conflictos me parece importante destacar el tema de las percepciones. Existe un cuento que lo ilustra muy claramente.

Érase una vez seis hombres sabios que vivían en una pequeña aldea.
Los seis sabios eran ciegos. Un día alguien llevó un elefante a la aldea. Los seis sabios buscaban la manera de saber cómo era un elefante, ya que no lo podían ver.

«Ya lo sé», dijo uno de ellos. «¡Palpémoslo!». «Buena idea», dijeron los demás. «Ahora sabremos cómo es un elefante». Así, los seis sabios fueron a «ver» al elefante. El primero palpó una de las grandes orejas del elefante. La tocaba lentamente hacia adelante y hacia atrás. «El elefante es como un gran abanico», gritó el primer hombre. El segundo tanteó las patas del elefante. «Es como un árbol», exclamó. «Ambos estáis equivocados», dijo el tercer hombre. «El elefante es como una soga». Éste le había examinado la cola.
Justamente entonces el cuarto hombre que examinaba los finos colmillos, habló: «El elefante es como una lanza».
«No, no», gritó el quinto hombre. «Él es como un alto muro», había estado palpando el costado del elefante. El sexto hombre tenía cogida la trompa del elefante. «Estáis todos equivocados», dijo. «El elefante es como una serpiente».
«No, no, como una soga».
«Serpiente».
«Un muro».
«Estáis equivocados».
«Estoy en lo cierto».

Los seis hombres se ensalzaron en una interminable discusión durante horas sin ponerse de acuerdo sobre cómo era el elefante.

Al igual que en el cuento la manera de percibir en cada persona es única y exclusiva, lo que a uno le parece absurdo para la otra persona puede ser muy importante. En ocasiones solucionar los conflictos pasa por respetar las diferencias,  no hay por qué llegar a un acuerdo.

En el libro de «Amarse con los ojos abiertos»  hay una frase que me parece clave en el crecimiento de la pareja.

«Enamorarse es amar las coincidencias, y amar, enamorarse de las diferencias».

He aquí uno de los principios que marca la diferencia, en aquellas parejas en que  las dificultades o las diferencias son oportunidades para seguir unidas y seguir creciendo.