¿En qué consiste el miedo al compromiso? ¿A quiénes afecta? ¿Qué implicaciones tiene para quién o quienes lo sufren?
El ´compromiso´, y, consecuentemente el miedo que puede derivarse de éste, no sólo aparece en relaciones amorosas y de pareja sino que puede aparecer en cualquier otro tipo de relaciones o roles que desempeñamos en el día a día en el que entran en juego las necesidades propias y ajenas.
Cuando hablamos del miedo al compromiso que aparece en las relaciones de pareja la persona que lo experimenta teme que el otro/a anule sus deseos, sus valores y principios, o que sea él mismo quién los anule en pos de complacer y satisfacer al otro/a. La persona teme renunciar a ciertos espacios propios y adquirir ciertas responsabilidades. Teme entregarse al otro y a la relación y perderse en esa entrega.
A menudo, en relaciones anteriores, ha experimentado esto. Se ha sentido atrapado/a, invadido/a, dando más de lo que tiene… lo que le lleva a pensar que estar solo es sinónimo de libertad. Si bien, estar solo no es más que eso: estar solo. Desde el miedo no se es libre. La verdadera libertad se experimenta cuando uno puede ser lo que es, estando solo o en pareja.
Así, si lo que uno experimenta en la relación de pareja es precisamente este miedo a la pérdida de libertad, dejar la relación no será más que una huida para no enfrentarse a ese miedo.
¿Qué hay detrás del miedo a ser anulado o no considerado? ¿Qué hay detrás del miedo a perderse en una relación? ¿Qué experimenta la persona que teme vincularse?
Y es que, al otro lado del miedo al compromiso encontramos el miedo a quedarse sólo, el miedo a que el otro deje la relación. Ambos miedos, comprometerse y ser dejado, operan en un continuo. Porque uno quiere y desea precisamente el bienestar de la persona amada y compartir un proyecto de vida, muchas veces renuncia a espacios propios y a satisfacer sus anhelos más profundos. No es algo que haga conscientemente, pues casi siempre empieza por ser algo que uno hace porque ´se siente bien consigo mismo´.
Cuando no se es consciente, la persona llega a experimentar un estado de agotamiento y desmotivación donde necesita retirase y poner fin a la relación. ´Tengo la sensación de no estar viviendo mi vida´ es una expresión que se escucha frecuentemente.
¿Es posible experimentar la libertad en nuestras relaciones de pareja? ¿Cómo vivimos los espacios personales y con el otro? ¿Cómo los conciliamos? ¿Somos conscientes de nuestras elecciones?
Os dejo con estas cuestiones sobre nuestra manera de vincularnos.
Feliz viernes!
Hola. Leyendo vuestro articulo -muy interesante- podría decir que de alguna manera y en alguna medida vivo mi individualidad dentro de mi pareja. Somos pareja sin hijos (no ha podido ser posible) y esto requiere un construir creativamente en forma permanente.
Esto nos pide permanentemente el estar atentos, estar concientes del cambio de ambos, y de la pareja como consecuencia.
¿Sencillo?… mmm… no, requiere de mucho pulso para ir piloteando semejante nave.
¿Posible?… si, en alguna medida.
¿Resultado?… imposible decirlo. Va dia a dia.
Gracias por lo expresado.
Alejandro
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Alejandro! Me encanta esto que dices ´requiere mucho pulso para ir piloteando semejante nave´. Totalmente de acuerdo. Gracias por tus comentarios!
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Abrazo tambien para ti !!!
Me gustaMe gusta