Eso que llaman felicidad…algo tan anhelado, de lo que se ha hablado, escrito y reflexionado mucho, que en el fondo, de todas las cosas que importan a las personas es la más universal; no conozco a nadie que no quiera ser feliz, aunque lo que haga para conseguirlo no le funcione, la intención mínima es de serlo.
Una pregunta que todos nos hacemos o contestamos a lo largo de nuestra vida es si somos felices. Algunas veces decimos ´si me hubieses preguntado ayer te hubiese dicho que sí, hoy no lo tengo tan claro´, ´cuando consiga “X” seré feliz…´ y cosas por el estilo.
Me pregunto que nos han contado sobre la felicidad, a qué la asociamos y si lo que para uno significa ser feliz (no sufrir, tener salud, vivir en otro sitio, casarse, tener un hijo, etc.) es un ideal, una esperanza o un propósito en la vida.
¿Qué ideas hemos comprado sobre la felicidad? ¿Qué nos hace falta para ser felices? ¿Dónde buscamos la felicidad?
Aunque el criterio de la felicidad es muy relativo, la felicidad tiene que ver con las necesidades afectivas, los valores y el sentido de la vida, sin embargo hay mitos que tienen que ver con una felicidad idealizada. Algunos de ellos son:
1. Ser feliz es conseguir lo que me proponga. Poner la felicidad al servicio de tener, ya sean cosas materiales o no materiales, es una equivocación y una fuente de frustración. Hay cosas que no dependen de nosotros y que por lo tanto no las podemos conseguir. Si no revisamos esta creencia, podemos caer en el convencimiento de que si no lo consigo, no soy feliz. La felicidad tiene que ver más con el SER que con el TENER.
2. Una persona que es feliz no se siente triste. Con frecuencia asociamos la felicidad con la ausencia de tristeza. La tristeza es una emoción básica que forma parte de la vida y que cumple una función, me pregunto porque la excluimos en lugar de incluirla. En ocasiones atravesamos momentos de dolor, nos afligimos y sentimos nostalgia. De esta manera aparece la tristeza en momentos puntuales, cumple su función y se marcha (otra cosa es cuando se alarga en el tiempo, pero esto tiene que ver más con la insatisfacción, hablaré en otro post sobre ella.).
3. El que es feliz tiene suerte. Esto es una verdad a medias si entendemos la suerte como consecuencia de la felicidad, es decir, el que es feliz crea suerte y no a la inversa. La felicidad es una actitud ante la vida y por tanto una decisión. Quién decide ser feliz pone el foco en lo que es y en lo que tiene, y cultiva las circunstancias para lo que no tiene, pero aun así, si no llega a tenerlo, no se aferra, porque su felicidad ya está en hacer lo posible y en disfrutar del proceso.
Os dejo con estas reflexiones de viernes, deseando abrir nuevas miradas hacia algo tan importante en la vida como es la felicidad.